Mírese en el espejo...

“Sr. Presidente”, definitivamente usted ha perdido la noción del ridículo, tiene once años buscando culpables. La IV República, los que quería freír en aceite caliente, luego el Imperio y los oligarcas y lacayos de la oposición, Uribe y a los oligarcas colombianos, el niño fue otro de los culpables, y finalmente ocho colombianos que estaban tomando fotos de las instalaciones eléctricas. “Sr. Presidente”, en Google Earth, se pueden obtener fotos cenitales, de frente, de perfil, como la quiera obtener, de todo el mundo, sin moverse de su computadora. No siga haciendo el ridículo internacional. Resulta, que usted no consulta con nadie, usted piensa algo en sus insomnios y lo convierte en ley, en decretos, en lo que quiere, sin tener ningún tipo de oposición de su entorno. Coloca a un piloto de aviones de combate, al Ministerio de la Salud, a un abogado en el Ministerio de Finanzas, luego, lo pasa a Ministro de la electricidad. Pone a un Ing. Eléctrico en Planificación. A un teniente en Infraestructura y le da otros Ministerios e Institutos a su cargo. A un encapuchado lo pone en el Ministerio de Interior y Justicia, a otro encapuchado de Vice Presidente. Usted, ha sido el “presidente” que más Ministros ha cambiado, ¿Pero para qué? Si el que decide al final es usted. Ellos, son simplemente leales, y usted prefirió la lealtad a la capacidad. ¿O no? Se gasta los recursos en regalos incuantificable a los panas que lo adulan de manera descarada. Usted tiene todo el poder. Utilizó los votos democráticos del Pueblo, para convertirse en un autócrata. Porque el que sentencia a una juez a 30 años de cárcel, el que manda a que se le levante la inmunidad a un Diputado, el que decide que los comisarios deben pagar 30 años de cárcel, es un dictador. ¿Por qué no quiso que viniera la Comisión de la Verdad, para investigar el 11-A? Sigue con el disco rayado de la soberanía, que de paso, desde años se le entregó a Cuba, a los hermanos Castro y su G-2 cubano.
Usted que amenazó con cárcel a Manuel Rosales. Usted le tiene un dossier listo a todos sus colaboradores, por si acaso se atreven a disentir de su lamentable pensamiento, y lo manda a la cárcel: Raúl Baduel, su compadre, su hermano del alma, el General con más poder de fuego que el 11-A que lo respaldó. Usted, que por explicar como funciona un lanzallamas, mandó preso al General Usón. “Sr. Presidente”, no busque más culpable, mírese al espejo, y verá, que ese hombre que allí se refleja, con su inmensa incapacidad, con toda la arrogancia que otorga la ignorancia, ese hombre, es el culpable del desastre que padece un Pueblo. Ese Pueblo que un día vio en usted la posibilidad de Seguridad, Justicia, Desarrollo y Prosperidad. Y cantaba Héctor Lavoe: Todo tiene su final, nada dura para siempre… Por ahora, el 26-S, nos veremos las caras en las urnas electorales. Y el 2012, recoja sus corotos y entregue la Banda Presidencial. Seguro que Sí.