Perdón que no lo llamae Presidente...

Perdone que no lo llame Presidente, ya que no lo considero mí Presidente. Usted es el Presidente del PSUV, pero jamás de Venezuela. No ha podido ni siquiera a ser un aprendiz de estadista, sigue siendo un militar tropero, un animador de fiestas folclóricas, tenía que seguir en eso, ya que es una labor enaltecedora. Usted no es nuestro Presidente ya que nos amenaza de pulverizarnos, de derrumbarnos, de que nunca volveremos y muchas cosas más. Usted sigue siendo un teniente coronel, de tercera categoría que fracasó en la intentona de golpe, y aún más, fracasó como Presidente. Las leyes que el culillo que lo atormenta, le obligó en imponer, son todas inconstitucionales. Mucho más la habilitante, ya que unos sometidos a quien se le vence su periodo en pocos días, no tienen la facultad de darle 18 meses de dictadura. De paso, es un error, ya que de no tener esa habilitante, usted, como siempre hace, les hubiera podido achacar la culpa a otros. Pero ahora la culpa será toda suya. Esos sometidos de la Asamblea Nacional, que prefieren vivir de rodillas a cambio de un buen sueldo, de las prebendas y la libertad de robar a manos llenas, le tendrán que responder a la Justicia, que algún día se establecerá en esta Tierra. Usted repite que no hay posibilidad de reconciliación, es verdad, con usted y sus cómplices, no existe esa posibilidad, pero con el pueblo llano, el que padece sus políticas equivocadas, sus mentiras, sus promesas incumplidas, su manipulación constante, con ellos, somos un solo Pueblo, una sola Venezuela. Usted de manera irresponsable, seguramente dirigido por el gobierno cubano, sigue expropiando, sigue confiscando, sigue llevando al país hacia la destrucción total. Yo me llamo Mario Abate Liotti. C.I. 4.266.900, el G-2 cubano puede a través de Internet saber donde vivo. Espero la visita de sus guardianes. Prefiero morir de pie que vivir de rodilla. Usted, Hugo Rafael Chávez Frías es lo peor que ha “gobernado” a Venezuela. Usted no merece ningún respeto. Sólo merece el desprecio de la mayoría de los venezolanos de buena voluntad. Que Dios lo perdone, porque nosotros, no lo vamos a perdonar.