![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtMHgnxxkBWE-myLeiUIZA7-LtdviuRqq-WkFYikvRI56XnwdOzp3oYwd5MSjhmV9_V2mjUYGLRnm7jqUzM1BqSWbqV28GOkcJ05_V0rJmhXYEN_U5A2X1XmJJX64nAXhqxjkzSYr7FU8/s200/silueta-del-hombre-de-negocios-en-silla-31248567.jpg)
Un Presidente no debe saberlo todo, los que saben todo son muy peligrosos,
ya que toman decisiones sin consultar con quienes sí saben de verdad lo que hay
que hacer. Un Presidente debe saber seleccionar muy bien a sus Ministros,
Presidentes de Institutos autónomos y asesores. Además, debe saber escuchar sus
opiniones, tener la formación académica necesaria para entender lo que le dicen
y tomarlas en cuenta en el momento de la decisión. También, debe
crear y mantener un clima de concordia y colaboración entre sus colaboradores,
sin favoritismos.
Por supuesto, que un Presidente debe ser justo, honesto y capaz. De tener esas
cualidades, buscará las mismas en sus funcionarios.
Encontrar a cien personas honestas y justas, no es cosa fácil. Puede ser que
una persona era justa y honesta y con el poder, cambie totalmente a; deshonesta
e injusta. Allí, debe un Presidente tener ese ojo clínico, ese olfato
necesario, para percibir los cambios que puedan tener esas personas cuando
tomen las riendas de sus responsabilidades. No es necesario que sean amigos del
Presidente, mejor que no lo sean, ya que hay que buscar las cualidades, el
conocimiento, la voluntad, más que la lealtad, ya que ésta, puede convertirse
en complicidad en los errores que un Presidente pueda cometer. Los Ministros
normalmente renuncian, cuando no están de acuerdo con la línea del Gobierno o,
cuando acontecen hechos irregulares en sus Ministerios o Instituciones. Cuando
un país va hacia el precipicio y no hay renuncias, quiere decir que no hay
honestidad, ni justicia, solo hay “lealtad” con el Presidente y con sus propios
intereses, dejando a un lado los intereses del País y de los ciudadanos.
Considero, que debe haber un baremo académico
y ético para cualquier persona que aspire a un cargo gubernamental. Tal vez, nos
hemos acostumbrado y resignado a la
mediocridad y a la impudicia, pero sería bueno rescatar el respeto, la
honestidad, la Justicia y la eficiencia. Tal vez se pueda… tal vez lo
viviremos.