Tenga un poco de decoro Rafael Ramírez y... renuncie.

Se han  incendiado todas las refinerías, se han volcado decenas de gandolas de PDVSA.

Las aseguradoras no han cancelado un cinco, ya que en todos los accidentes la responsabilidad es la falta de mantenimiento. Pienso que no vale la pena pagar tantos millones de dólares a las aseguradoras, si no cumplen con las normas debidas, es malgastar más dinero. Entiendo que esas aseguradoras pagan muy buenas comisiones, pero es una vergüenza; por lo menos cumplan con mantener en buen estado todos los equipos, Refinerías, gandolas y toda la infraestructura que está asegurada. Este último incendio en Amuay, al casi cumplir un año del último que costó muchas vidas y la destrucción del pueblo cercano, que por cierto se les prometió que se le iba a pagar los daños causados y hasta la fecha no han visto un centavo, nos cuesta un millardo ochocientos treinta y cinco de dólares.($1.835.000.000), el presupuesto anual del Ministerio de educación. Esta PDVSA pasó de 42.000 empleados y obreros que, producían 3.400.000 barriles diarios a tener 112.000 dependientes y producir 2.400.000, y tal vez menos, diariamente. Antes, todo el petróleo se vendía, ahora, una parte se regala,  otra se vende a 20 años de plazo con un tiempo de gracia y al 2% de interés, En otras palabras...se regala, otra parte sirve para pagar el Fondo chino, que nadie sabe como funciona, y que por cierto, hay dudas razonables, que indican que hay corrupción en grande. La deuda de PDVSA e4s de 135 millardos de dólares y  la guinda de la torta, es que importamos 300 mil barriles diario de gasolina a precios internacionales para regalarla a menos del costo de un vaso de agua. Ministro Rafael Ramírez, usted, de tener un poco de decoro hubiera puesto su cargo a la orden hace mucho tiempo. Usted Ministro Ramírez, ha causado más muertes y más daño que su primo el Chacal; que es mucho decir. Es hora que se retire R.R., que renuncie de una buena vez, ya que Maduro no tiene los pantalones para echarlo.  Una cosa es cierta, la gallina de los huevos de oro que tuvimos una vez... dejó de poner.